No hay operación minera que no use o genere fluidos. Y para transportarlos, se requiere contar con sistemas que garanticen hacerlo de forma eficiente.
De ahí que, en materia de transporte y control de fluidos, el mercado cuenta con una amplia lista de empresas que ofrecen al sector minero productos como bombas, válvulas y tuberías, que son determinantes para las operaciones mineras.
En este escenario, las válvulas son componentes de alta prioridad e importancia en la minería, especialmente en aquellos procesos de control y pulpas líquidas. Su desarrollo tecnológico ha experimentado mejoras en la composición de sus materiales, aleaciones metálicas y revestimientos.
Y es que un aspecto no menor es que tanto bombas como válvulas deben enfrentar la abrasión de los fluidos que circulan por ellas, desgastando los materiales que las constituyen. A esto se suma que la tendencia es hacia la utilización de agua de mar en los procesos, lo que plantea condiciones corrosivas extremas que obligan a repensar el sistema en su totalidad.
Es por esto que el mercado ha ido desarrollando tecnologías relacionadas con el uso de materiales plásticos o similares, metales anticorrosivos como el acero inoxidable, pinturas o recubrimientos que evitan la corrosión, entre otras.